En ocasiones nos toca dar noticias lamentables de maltrato animal como el mataperros de Yucatán, afortunadamente aún hay bondad en el mundo como el caso de Don Félix y su perro “Lobito”
Don Félix se gana la vida en Veracruz vendiendo cartón, tiene un perro llamado Lobito, quién recientemente se enfermó. Hace unos días Don Félix caminaba llorando por las calles con “Lobito” en sus brazos, con $60 en la bolsa que ofrecía para que socorrieran a su can.
Una activista fundadora del Comité Defensor del Bienestar Animal decidió ayudar a ambos, llevó al perro al veterinario y creó un grupo en Facebook para ayudar a su dueño, el grupo se llama “Don Félix y su Perro Lobito, Una Historia de Amor, Los Ayudamos?”, cuenta con más de 12 mil likes y múltiples comentarios de aliento para los dos fieles compañeros.
A Lobito, le diagnosticaron Ehrlichiosis, una enfermedad grave que transmiten las Garrapatas y cuyo tratamiento es largo. Don Felix vive en pobreza extrema, por lo que en el grupo se dedican a juntar víveres, mobiliario para su hogar y lo necesario para que Don Felix y Lobito subsistan.
Poco a poco la mascota se ha ido recuperando y el ánimo de Don Félix ha mejorado al percatarse que a mucha gente le conmovió su historia: “Ahora existo”, dijo el dueño de Lobito, en un video compartido en la comunidad. De acuerdo con Milenio, la imagen difundida conmovió a mucha gente en las redes sociales y aunque puede parecer una historia de los amigos de Bart, no lo es, lo que sucede hoy es el resultado de un sin fin de causas en distintos niveles.
La falta de posibilidades de trabajo y desarrollo para millones de personas, la enorme brecha entre ricos y pobres, el desinterés y la apatía de la sociedad, todo lo que hacemos y decimos cuenta.
Esta capacidad de crear, de resolver, de dar, esta bondad e inteligencia natural es algo con lo que todas las personas contamos. Hace algunos meses lanzamos la pregunta: ¿Quién de nosotros hace un esfuerzo por conocer a la persona, por saber la historia que hay detrás, quién de nosotros no le huye a su realidad?
Por fin obtuvimos respuesta.¿Valdrá la pena asumir nuestro rol y poner manos a la obra para ser parte de la solución? ¿Buscar soluciones que nos beneficien a todos y no sólo paliativos?
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